El trabajo perfecto.

Ha pasado un buen tiempo desde que mi personaje se harto de los “malos tratos” y se marchó dejándome con los papeles en blanco y el dolor de cabeza de tener que buscar un buen sustituto. Pensé que con tanta gente buscando empleo no podría ser tan difícil encontrar alguien que esté dispuesto a hacer el trabajo. No tardé mucho tiempo en darme cuenta de lo equivocado que estaba. Entrevisté decenas de candidatos decepcionantes. Tipos sin imaginación, sin conocimientos de actuación, sin chispa, sin carisma, con ansias de cambiar mis historias y sin el menor talento para soportar el dolor. Nada parecido a lo que estaba buscando. Cuando estuve al borde del precipicio se presento un tipo que por un segundo me hizo recuperar las esperanzas. Iba vestido para la ocasión: traje gris, camisa azul, corbata negra, zapatos clásicos y parecía tener talento. Pero me entraron dudas cuando leí su respuesta para la pregunta 16 del cuestionario: ¿Cuál sería su trabajo ideal? Demostrando cierto domino de la rima contesto:

“Siempre quise ser una palmera

En frente del mar

Y que mi trabajo fuera

Estar y no pensar en respirar, siquiera”

¿Bueno qué les puedo decir? aun no encuentro el personaje ideal para mis historias pero al menos ya tengo parte de la escenografía resuelta. De ahora en adelante todos mis cuentos incluirán al menos una escena en la playa.