jueves, 11 de marzo de 2010

Ningún Náufrago

Hace veinte años que esperaba una señal y una avioneta se estrelló ayer en la isla. Cuando se apagó el fuego pude contar los cuerpos: cuatro hombres. Los senté y les conté mi historia: lo que he comido, donde he dormido, lo que he pasado desde que el yate perdió el mástil. Hoy, la radio aún emite una señal de SOS; por eso, esperanzado, coloqué los cuerpos como estaban, destruí mi cabaña, me afeité y me puse ropa limpia. Quiero dejar de ser un náufrago. Cuando estire la mano y toque la llama, mi cuerpo bañado en queroseno contará la historia de cinco muertos en accidente aéreo. Ni una palabra de un náufrago.
Raúl Sánchez Quiles

4 comentarios:

  1. Si así es como complaces peticiones... creo que las haré más a menudo.
    Me encantó. GRACIAS!!!!

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  2. A mi tambien, y me consta que complace peticiones... ;)

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  3. Anónimo: Sabes usted que sus deseos son ordenes para mi.

    Milia: Estas a punto de obtener acciones en este espacio. ¿Cómo podria dejar de complacer una petición tuya?

    A ambas: Gracias por la visita

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