miércoles, 8 de junio de 2011

Diferencia de criterios.

Quizá son diferentes formas de decir lo mismo, según tú siempre fue solo eso, pero como nunca te molestaste en ver más allá de lo evidente termine siendo yo quien obtuvo la etiqueta de tipo complicado. Como cuando éramos niños y creíste que me había perdido ¿te acuerdas? Pasaron  días antes de que tú y mamá tuvieran noticias mías pero yo siempre supe donde estaba, no sé porque concluyeron que estaba perdido.

Quizá deba admitir que es probable que yo fuera parte del problema por mi particular forma de percibir el mundo. Mientras ustedes veían una foto a blanco y negro yo me empeñaba en sostener que se trataba de una imagen con infinidad de escalas de grises, y cosas como esa.  Elijo ser así no por casualidad sino para que la vida me resulte menos aburrida, más llevadera. Con ese razonamiento entiendo que no hay cosas imposibles, algunas quizá muy difíciles, pero posibles. Que en un mundo tan pequeño un “adiós” puede no ser más que un “hasta luego” y que después de todo no sabemos si tu ausencia eterna es confundida con el desconocimiento de una forma comunicación con tu nueva residencia.

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