En esta ciudad se puede ver con facilidad a los pájaros mientras vuelan desorientados durante esos días en que las nubes cargadas de agua se organizan para opacar el cielo. El viento suele soplar y la lluvia caer mientras los niños entonan míticos cantares y los adultos corren presurosos hacia sus casas; porque en esta ciudad los días grises no son para meterse en líos, ni para estar tristes y mucho menos para llorar. En esta ciudad los días grises son para recordar buenos tiempos y estar en buena compañía, para ingerir humeantes infusiones y escribir entradas de cien palabras.
No lo puedo creer; un toque de romanticismo por aqui...
ResponderEliminarHay que ver las cosas que hacen los dias grises :)
Hay cosas que cambian con el paso del tiempo. Otras, como mi debilidad por climas como este, se mantienen aun en contra de nuestra voluntad.
ResponderEliminarGrooovy
ResponderEliminar