martes, 23 de noviembre de 2010

RELACIONES MATEMÁTICAS

Nuestra relación era una ecuación perfecta. Al poco de conocernos me prometió una casa donde multiplicarnos, haciendo gala de un amor infinito. Ni una fracción de segundo dudé de la veracidad de sus palabras. Formábamos un binomio ideal, la excepción de cualquier estadística. Un conjunto sólido, sin aristas, un valor absoluto, una unidad, un todo. Hasta que una mañana, despejó de mi mente la incógnita confesando tener el corazón dividido. Las matemáticas exactas, me dijo, no existen.

By Maite en  Historias mayúsculas en proporciones minúsculas

1 comentario:

  1. jajajaj y justo después de decirte eso fue cuando restó de ti todo el amor que sentias por ella y te sumo una gran hinchada de ... ya sabes que jajajajaja

    ResponderEliminar