Vidas paralelas…Mundo perpendicular.

Oficinista. 4:00 P.M.

Mayo es un mes lluvioso. Me encantan esos días. Pero lamentablemente estoy aquí, atrapado en la oficina, con la cara pegada a la ventana viendo la lluvia caer, la gente mojarse, un perro correr. Dios que perro tan feo, flaco y sucio. Parece que hasta ha perdido el color de su piel. Ahora me resulta gracioso pero pronto llegara un momento en que tendré que salir a ejecutar maniobras evasivas para hacerme con el asiento de un carro público, y no habrá tanta diferencia entre el perro caqui y el oficinista del traje gris. Mientras seguiré disfrutando de la lluvia en la ventana.

Caninus. 4:00 P.M.

Diablos como odio la pendeja lluvia. Soy un simple can, color caqui, sucio, hambriento y nómada ¿Qué acaso dios no tiene otro entretenimiento que mojar este pobre infeliz? Total ya estoy mojado, que más da. Buscare mejor suerte del otro lado de la carretera, tal vez encuentre algo que comer.

Oficinista. 4:50 P.M.

La vida es irónicamente graciosa. Ahora que estoy rumbo a mi casa, que estoy del otro lado del cristal, que tal vez alguien me mira y se ríe por dentro, la lluvia no me gusta tanto. No hay carros disponibles. Estoy arto de emitir todo tipo de señales a cuanto aparato móvil ha pasado cerca de mí. Para colmo de males el ultimo asiento disponible que quedaba en el único carro que se detiene en no se cuentos minutos fue ocupado por una dulce viejecita que aparenta tener cien años pero se mueve como atleta de 25. Probare suerte del otro lado de la carretera, donde los vehículos dan la vuelta, pero estoy muy harto como para subir el puente peatonal y mejor cruzar a pie. Fue muy extraño ver como aquel sucio perro intenta subir de la forma mas civilizada por el puente peatonal. Me miro con un cierto aire de superioridad. ¿Qué habrá estado pensando?

Caninus 4:50 P.M.

¿Por qué será que los humanos se rehúsan a utilizar el puente peatonal que ellos mismos construyen?... y así se quieren llamar la especie superior. Idiotas.