sábado, 11 de abril de 2009

Suele suceder

- ¿Qué escribes? –Pregunto con notable curiosidad mientras trataba de leer por enzima de su cabeza.

El contesto de la forma más natural posible: -Nada.

- ¿Cómo que nada? ¿Por qué tienes la letra tan pequeña? No puedo leer nada desde aquí. Vamos muéstrame lo que has escrito.
- Ya te dije que no escribo sobre nada en específico.
- Tú siempre con tu misterio ¿Por qué nunca me quieres mostrar lo que escribes? ¿Qué acaso temes a lo que pueda descubrí?
- ¿Mujer de que estas hablando? Simplemente escribo cosas que pasan por mi cabeza ¿Qué quieres de mí?
- ¡Ya! esta bien, te dejare solo y no me meteré en tus asuntos.

Es la primera vez que piensa que ‘‘Nada’’ le traerá un dolor de cabeza

1 comentario: