lunes, 28 de marzo de 2011

Supresión

El artista da riendas suelas a sus instintos en una noche sin luna, dentro de una pequeña habitación con grandes ventanales. Óleos, pinceles, disolventes, secativos, aglutinantes,  telas, inspiración. El despecho, apatía femenina, cruel soledad y música psicodélica, alcohol. Las luces de la ciudad marcan la pauta, trazos fuertes cargados de furia, pinceladas gruesas, matices confusos, sube la marea e inundan el espacio con colores palpitantes. Pintura en los dedos, manchas en las paredes, en el piso, en el techo, éxtasis, su primer orgasmo.

miércoles, 23 de marzo de 2011

No lo haga en su casa

Odiaba su vida y no sabía qué hacer con ella. Mirando una película se le ocurrió que podía sufrir un accidente y perder la memoria por completo. A diferencia del personaje, él no quería recobrar su identidad; anhelaba por sobre todo una vida nueva. Así fue que organizó, tal como en el filme, un choque en el puente y la caída al agua. Recuperó la conciencia en el hospital y se llevó una gran decepción. Recordaba todo. Además de estar mal herido y con un dolor insoportable, a los cinco minutos de despertar, se murió. Su último pensamiento fue para la película en la que se había inspirado: “la historia de mi vida, no puedo confiar en nadie”.


Guillermo Vidal

miércoles, 9 de marzo de 2011

Patología dual

Debo darme prisa – se dice de nuevo, mientras recoge los últimos ingredientes para su sopa -consomé de pollo, ajos, cebollas, aceite de oliva y por supuesto hongos especiales: ya tengo todo lo necesario. Si bien el efecto sería el mismo si los mordiera prefiere emprender el vuelo con estilo, pues la ocasión siempre lo amerita.

Una vez liberado de los sentidos se encontrara, como cada noche, con la mujer que conoció en sus sueños. Y no hablo de la mujer con la que siempre soñó; hablo de aquella que conoció en su primer viaje de hongos. Esa que cada noche lo invita a experimentar las más bajas pasiones entre cuero, piel y metal, carmín y charol, cual canción de Soda Stereo. Lleva meses en esto y ya casi nadie recuerda el tiempo en que, entre familiares y amigos, trataban de hacerle ver lo enfermizo de sus hábitos. Como era de esperar, no obtuvieron resultados, si hasta los psiquiatras lo califican como un caso difícil. No saben que tratar primero, su adicción a los alucinógenos o su severo masoquismo. Ahora, cuando alguien trata de juzgarle, siempre responde con lo mismo: ¿Patología dual? ¿En qué libro está eso?

miércoles, 2 de marzo de 2011

Doble o nada

Vamos, juguémonos esta porquería de alma, por los viejos tiempos – le dijo al diablo cuando por fin lo vio de frente. Toda su vida fue un borracho, putero, parrandero y jugador, y ahora que está en su lecho de muerte le propone a su gran amigo jugarse a doble o nada el alma que le debía, que si perdía se entregaba a él en la otra vida y que si ganaba salía al mundo a vivir la vida loca unos días más, hasta que le vuelva a llegar la hora.

- Como quieras – Dice el diablo, pensando que sería una buena oportunidad de ganar un esclavo o recuperar la perdida en unos pocos meses.

Los dados marcaron una curva perfecta con su recorrido. Cayeron, rebotaron varias veces y por fin se detuvieron. En seguida abrió los ojos y despertó en la cama de un hospital. Al salir, cuando regresó a su casa, lo primero que hizo fue tirar por el inodoro todo el alcohol, el tabaco y el polvo blanco que guardaba.

- De ahora en adelante por las drogas solo sentiré nostalgia. – se dijo a si mismo al ver como su pasado desaparecía dibujando circulos. – Pasará mucho tiempo antes de que el diablo me vea de nuevo. Espero que no quiera cobrarme intereses.