martes, 28 de septiembre de 2010

96- Fantasmas

Algunos los describen como siluetas o sombras de color tenue, con contornos poco definidos y con una actitud huidiza, como si no quisieran comunicarse explícitamente con los vivos. Otros son más escépticos y niegan su existencia. Usted es libre de creer en ellos o no; después de años de convivencia yo ya no tengo esa opción. Hay días en que entran en casa y empujan los muebles frente a mí. Otros días son mas amables y solo entran a mi blog para leer y calificar las publicaciones sin dejar comentario. No me cabe duda, han pasado por aquí esta noche.

domingo, 26 de septiembre de 2010

95- Comunicación corporativa.

He sido testigo de la transformación que sufrió esta empresa desde que fue absorbida por una multinacional extranjera que implementó nuevas políticas administrativas e introdujo el concepto de comunicación corporativa. Desde que existen estas política los empleados nos mantenemos constantemente informados mediante motivadoras comunicaciones como esta que acabo de recibir, en la que muy amablemente se me explica que “… en pos de su crecimiento personal hemos decidido recomendar la desvinculación de sus actuales funciones en la organización para que esté libre de ocupar un puesto en una empresa que pueda aprovechar mejor su increíble potencial de desarrollo. Mucha suerte”

miércoles, 22 de septiembre de 2010

94 - Luna llena y bajos instintos.

6:00 a.m. Despierto, miro el calendario y confirmo que este es el día que lleva meses marcado. Otra vez siento esos instintos. Voy a trabajar en vano; no logro concentrarme. 4:30 p.m. Debo darme prisa. Luces de neón apagadas marcan el lugar. Chica rubia, falda corta. “¿Quieres compañía guapo?”. Asiento y ella sube al auto. Trata de excitarme; no lo consigue pero se agradece el esfuerzo. 6:30 p.m. Se cierran las puertas del cuarto de hotel. La luna llena ilumina la habitación. Sexo salvaje. 6:00 a.m. Titular matutino: “Encuentran octavo cadáver de mujer asesinada a mordidas en habitación de hotel”

lunes, 20 de septiembre de 2010

93 - Expedición por el desierto

Nadie se explica como logró separarse del grupo sin que notáramos que se llevaba consigo un camello repleto de provisiones. Sin embargo, todos suponemos que trataba de encontrar la ciudad perdida por sus propios medios, así no tendría que dividir el  tesoro, pero una tormenta de arena le hizo perder  el camino y vagar sin rumbo hasta consumir sus provisiones. Seis semanas mas tarde lo encontramos tras unos arbustos en medio de la nada, tumbado en el piso y haciendo ángeles en la arena. Estaba feliz. No deja de repetir  que espera con ansias poder volver a aquel maravilloso lugar.

sábado, 18 de septiembre de 2010

92 - En cien palabras

Intenté escribir un microrelato de cien palabras y no encontré como hacerlo. Tenía algunas historias en la cabeza, todas de carácter onírico, pero ninguna se sintió cómoda en un espacio tan pequeño. No es excusa, pero hay que decir que estaban siendo escritas sin musa, lo que explica mi última temporada de sequía.

Esto es en ocasión de que se acerca la entrada numero cien de este blog y quiero celebrarlo iniciando un nuevo espacio. “Cien palabras” será la etiqueta y el tamaño que tendrán las historias hasta que alcancemos esa sorpresiva (al menos para mi) entrada. Espero lo disfruten.

domingo, 5 de septiembre de 2010

Cúmulos.

Cuando permaneces absorto observando el cielo azul puedes llegar a percibir una relajante sensación de pequeñez, quizá por el enorme tamaño de los cúmulos, su deformidad y la pasividad de su movimiento. Puedes llegar a perder la noción del tiempo y hasta del dolor. En su caso, el dolor fue tan intenso que no pudo prestarle más su atención y su mente se distrajo con las nubes. Cometió la estupidez de saltar desde un edificio que no era lo suficientemente alto como para producir una caída mortal, lo que pone evidencia su falta de vocación para el oficio de suicida. Lo extraño es que en ningún momento pasó por su mente el cometer un acto tan cobarde, había subido en aquella construcción sin intenciones de saltar pero se dejo seducir por los deseos de cursar los cielos y se arrojo al vacio esperando poder hacerlo; harto de estar sentado en los bordes de las azoteas a espera de que le crezcan alas. Ahora su cuerpo no es más que un costal de huesos rotos que descansa sobre el pavimento y observa las nubes. No escucha el murmullo de la gente ni el ruido de las sirenas de ambulancia. Espera recuperarse para intentarlo de nuevo en otro edificio. Quizás el golpe le afecto el cerebro. No puede dejar de pensar en los cúmulos que se alejan lentamente en dirección al mar. Se pregunta a donde van con tanta calma.

PD: A cientos de kilómetros de distancia, frente al mar descansa una palmera que ve como los cúmulos se acercan y pasan de largo mientras ella cumple con su labor en este mundo tan agitado.

jueves, 2 de septiembre de 2010

El tren se va

¿Están despiertos?
¿Están ahí?
Todos atentos
Vamos a despegar

De repente
Contra el viento
Empujando si hay que hacerlo
Contra el ritmo pasajero
Sin medidas ni cálculos

¿Están despiertos?
Ultima llamada
Este tren se va y nunca abra
Quien lo encuentre
¿Quién lo entiende?

Nos vamos ya
No volvemos
Nos iremos tan lejos
Que nunca nos volverá a ver

El destino
La impureza
Un camino que borre tus huellas
Para siempre, hasta nunca
Decidimos perder la razón

Este tren se va
Este tren se va

¿Están despiertos?
¿Están ahí?
Todos a bordo
Vamos a despegar

Sin asientos
Sin recuerdos
Ni equipaje para largo vuelo
Cuenta regresiva
¿Uno más se anima?
Para siempre
Hasta luego.

Clemente Portillo & Omar Henriquez.